La Filosofía tiene que ver con el Pensar
. Pero ¿qué entendemos por pensar? Es una
pregunta difícil de responder. Pero lo que sí podríamos intentar es darle un marco
. Un marco que nos puede permitir comprender de qué hablamos cuando
nos preguntamos sobre el pensar y el modo en que se expresa.
Nos animamos a presentar cuatro aspectos relevantes del pensar y un quinto elemento que dará sentido al pensamiento filosófico.
Paisaje. Pensamos en un paisaje determinado. Nosotros, en nuestra
zona, somos pensadores del llano. La llanura tiene como característica que no
se pueden identificar referencias lejanas – un cerro, una colina – y que la
bóveda celeste es completa. Somos conscientes que, a veces, al mirar el
horizonte y ver una luz no estamos seguros si es una casa o una estrella. En la
llanura encontramos un personaje que nos da la dimensión de lo que significa
pensar en este contexto. Este personaje es el gaucho. Suele representarse como un ser solitario, taciturno y
sobre todo desconfiado ¿Por qué desconfiado? Porque los peligros acechan desde
los cuatro costados y uno se ve en la intemperie, vulnerable.
Otro tipo de paisaje permite otro
tipo de personalidad y de pensamiento. En las tierras de donde yo vengo, por ejemplo, los castillos pueblan las
laderas de las montañas. Protegidos por las alturas son lugares privilegiados
para el resguardo y vigilar – hacia un solo lugar – el posible lugar desde
donde ser acechados.
En otros lugares – Grecia, por ejemplo, cuna de la
Filosofía – el paisaje es montañoso y rodeado de mar. Islas y más islas
permiten ver los espacios vecinos. El deseo de ver qué hay detrás de una
montaña puede mover a pensar la
diferencia, lo que no es como yo.